Por Grazia Rabasa
A Rocha Perú, en colaboración con la Iglesia Cristo Rey de Huanta, lanzó el miniproyecto Kawsay (vida) en abril de este año. Su objetivo es transformar la comunidad de Huanta en un modelo de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente. El miniproyecto se centra en el embellecimiento de las zonas verdes, la limpieza del río Castro Pampa y este año se diseñó la implementación de un vivero como una posible empresa ecológica y para la producción de plantones para las áreas verdes locales. El proyecto Kawsay comienza con el exterior de la iglesia Huanta Cristo Rey, y se está ejecutando por fases para garantizar un progreso efectivo y las adaptaciones necesarias. También pretende inspirar a otras iglesias y comunidades para que sigan su ejemplo, promoviendo la sostenibilidad y el cuidado de la creación.
El pastor Abel Sánchez, figura clave de este proyecto, subraya que el cuidado del medio ambiente es parte integral del crecimiento espiritual y refleja el amor de Dios por toda la creación. La trayectoria del pastor Abel, desde sus estudios de Comunicación en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga hasta su formación teológica en el Seminario Evangélico de Lima, demuestra el poder de las iniciativas impulsadas por la fe. Su liderazgo en la vida pastoral juvenil y su colaboración con A Rocha Perú han sido fundamentales para dar forma al nuevo miniproyecto Iglesia Verde, que integra la conciencia medioambiental en la fe cristiana.
En el marco de la iniciativa de la Iglesia Verde, proyectos como el jardín de la Iglesia Presbiteriana de Huanta y la restauración prevista del río Castro Pampa implican esfuerzos impulsados por la comunidad, conscientizando y fomentando una responsabilidad colectiva hacia el medio ambiente. El proyecto del huerto ecológico pretende crear fuentes sostenibles de flores, proporcionando oportunidades económicas a las familias locales dedicadas a la floricultura.
El sólido equipo directivo, formado por el pastor Abel, Alex Ramos, Rosario Curo, William Montañez y Ramón Casana garantiza la perfecta ejecución del proyecto. Además hay 13 voluntarios más que apoyan desinteresadamente. Su dedicación y su compromiso práctico transforman conceptos teológicos abstractos en acciones tangibles, promoviendo la gestión medioambiental como una responsabilidad divina. En conclusión, el miniproyecto Kawsay en Huanta, Ayacucho, ejemplifica la armoniosa mezcla de fe y gestión medioambiental. Al cultivar huertos, restaurar ríos y fomentar la agricultura sostenible, crean un legado de conciencia ecológica arraigada en valores cristianos, demostrando que la fe puede impulsar un cambio significativo.